miércoles, 18 de marzo de 2009

reencuentros


La vida te va siempre alejando de las personas que conoces (y a veces de las que amas), pero también hay días en que te acerca.

La semana pasada me visitó, por razones profesionales, una persona que hacía 20 años no veía, fuimos compañeros en la primaria y en la prepa. Nunca le confesé que fue mi amor platónico (si lo confesaba dejaría de serlo, ¿no? tambien hubieron otros dos amores platónicos pero luego escribo de eso). El caso es que la última vez que supe de ella fue cuando se casó, yo en ese entonces llevaba tres intentos fallidos al hilo en relaciones sentimentales, y la verdad, me dolió que se casara. Hoy a 17 años, me entero que se divorció, no tuvo hijos y su vida ha sido en terminos generales, buena. Inevitablemente, llegan las comparaciones y el "qué habría pasado si..."

Su visita me despertó muchos recuerdos de infancia y adolescencia... y me hizo reflexionar también sobre el intrincado proceso de buscar pareja, media naranja o alma gemela... "sensus, non aetas, invenit sapientiam" dicen por ahí («Es la inteligencia y no la edad la que encuentra la sabiduría»)... pero creo que para el amor, la edad puede pesar más.

¿o no?

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