miércoles, 13 de mayo de 2009

El sueño de Ícaro



Óleo sobre tela 100 x 80 cm.

El sueño de Ícaro es un proyecto que inicié en Enero de este año, en un viaje a Torreón, y de regreso hice un boceto sencillo que luego pasé a acuarela, en el que representaba un posible sueño de un infante que vuela un papalote a campo traviesa...



Como siempre el paso uno implica pasar del papel a la tela, y en algunas ocasiones aprecen nuevas ideas para plasmar en el trabajo, como fue el incluir elementos hechos por el hombre para volar, tratando de hacer una representación cronológica de cómo el hombre, a través de este sueño que todos tenemos de volar, lo ha conseguido: el papalote, un globo aerostático, un transbordador y un aeroplano en el plano del horizonte. En esta parte del proyecto estaba yo apenas terminando el primer cuadro del otro sueño ("viendo la procesión pasar"), que se ve al lado derecho de esta fotografía.



A finales de Enero, solo llegué al manchado del fondo y de la figura principal como se aprecia en la siguiente imagen, así como la aparición de nubes en el cielo (otra transformación fue el crecimiento del sol-ojo en un sol gigante).



En los primeros días de Febrero, inicié la configuración de los elementos de vuelo, con detalles y sombreado, el sol aparecía ya brillando y dándome la idea de iluminar el cuerpo de Ícaro para enviarlos más al primer plano. La cara aparece con ojos abiertos, bastante caricaturizado para mi gusto, lo cual me hizo dejar descansar un rato el proyecto... Lo último que hice fue agregarle alas.



Y bien, el sueño de Ícaro durmió hasta principios de Mayo, cuando había ya terminado el segundo cuadro de "El sueño" y teniendo ya la idea para el tercer y último de esa serie... Ícaro me seguía viendo y preguntando cuándo lo iba a terminar. Decidí entonces que ya era hora de madurar el cuadro y continué con el plano horizontal que estaba bastante plano y sin elementos, decidí en un arranque ecológico llenarlo de plantas silvestres también para darle un aire primaveral (que no tenía en el invierno cuando lo empecé), agregué elementos con trazos menos definidos para dar una sensación surrealista (o eso pensé yo):



Una vez terminada la vegetación, me gustó el acercamiento que se logró del primer plano (aunque Ícaro seguía sin gustarme), detallé algunos de los elementos de vuelo y comencé a detallar el aeroplano en el suelo...



La historia empieza a redondearse pero la figura central sigue sin hacerme click, tenía ya la idea de blanquear el cuerpo para hacerlo casi espectral pero la cara y la cabeza no me gustaban, decidí cerrar los ojos y volver a hacer la cara para hacerla un poco mas adulta... el resultado tampoco me gustó porque seguía desproporcionada del cuerpo pero haber dejado pasar tanto tiempo también sirvio para que Ícaro y su sueño crecieran, y ¿quién soy yo para impedirlo?

Finalmente, cambié su cara, no pude proporcionar el cuerpo, volví a pintarlo y a blanquearlo y le dejé crecer el pelo...



Al final, el cuerpo de Ícaro sigue desproporcionado, cerró los ojos para seguir soñando y también pienso yo para interiorizar que debe seguir creciendo, madurando y perfeccionado (él su sueño y yo la técnica). Sus manos siguen grandes para el cuerpo y aunque el cuadro podría dar la idea de que camina sin rumbo, estoy seguro que en su interior, tiene toda la certeza y la seguridad de a dónde le llevan sus propios pasos.

2 comentarios:

Carlos dijo...

Interesante leer el proceso de creación de esta pintura. Yo me imaginaba que las hacían casi de un sentón =P
Desde los cuantos años pintas?

ego2005 dijo...

Hola Carlitos! Gracias por tu comentario. El óleo tiene sus tiempos, pero hay otras técnicas que son más rápidas como el acrílico (que te da un efecto muy parecido al óleo), la acuarela, la tinta, y por supuesto el dibujo. Igual hay días en que se termina una obra muy rápido, creo yo, dependiendo de la inspiración.

Y en relación a desde cuándo pinto... creo que desde los 23.

Saludos!

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