lunes, 23 de septiembre de 2013

Kafka en la orilla, de Haruki Murakami.



¡La mejor novela que he leído en este 2013!

De hecho, Kafka en la orilla (Umibe no Kafuka), fue considerada la mejor novela de 2005 por el NYT; es una novela compleja, metafísica y simbólica. En esta narrativa, Murakami nos deja ver una nueva y moderna versión de la trágica historia de Edipo con todos sus fantasmas en la que el protagonista, Kakfa Tamura, un adolescente de 15 años que huye de su casa para inevitablemente cumplir la profecía de su destino: matar a su padre, y cohabitar con su madre y su hermana. Ésta es la mitad de la historia, vista desde el mundo procaz y ligero de un adolescente cuyo alter ego (el joven llamado Cuervo) insiste en que se convierta en el adolescente más valiente del mundo. La otra mitad de la historia es la de un anciano, Nakata, quien queda con retraso mental secundario a un extraño evento ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial en un alejado bosque del Japón y quien tiene la misión más importante de la novela: cerrar la puerta a un universo paralelo, o más bien, un purgatorio en el que todos los protagonistas llegarán a purgar sus culpas. Nakata además tiene la habilidad de hacer que ocurran cosas extraordinarias a su alrededor, casi siempre generando caos! Y además puede hablar con los gatos. Hoshino es un joven camionero que será el ancla, brújula y timón para que Nakano cumpla la misión para la cual ha vivido: cerrar la puerta de la entrada.

Estas dos partes de la novela se unen a través de lazos en un mundo subconsciente, que completa todos los espacios. Hay personajes mágicos que tienen roles importantes: Layo, que aquí se llama Johnny Walken qué en realidad es un importante escultor, y que morirá asesinado (no digo por quien); Yocasta, que en esta historia es la Sra. Saeki, una fría mujer que en su adolescencia tuvo una corta pero importante carrera musical, y un éxito rotundo con la canción "Kafka en la orilla del mar" cuya letra tiene las claves para que el joven Tamura descubra los oscuros secretos de su enigmática y escurridiza madre y con cuyos espectros cumple la profecía. Un cuadro homónimo completa las claves místicas para el regreso de Kafka Tamura al mundo de los vivos. Música y pintura contendrán las claves para entrar y salir de un mundo oscuro, que paradójicamente está a la vista de los que quieren o pueden verlo y tan oculto para aquellos que no creen en el. Un bosque y una biblioteca forman parte de la escenografía, amén de las múltiples alusiones musicales, infaltables en la literatura de Murakami, la poesía tanka y haiku forman parte de la utileria pero nunca la leeremos en esta historia.

- El mundo es una metáfora -, - la responsabilidad empieza en los sueños -, - junto al mundo que habitamos existe otro mundo paralelo -, - si tu me recuerdas, no me importará que el resto del mundo me olvide -, son entre otras, frases emblemáticas de esta novela onírica, mística y metafísica del genial Murakami.

Una novela fresca, franca y cruda que contiene una historia de amor envuelta en el tabú del sexo consanguíneo (aunque no sea físico).

Harto recomendable!






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