CRÓNICA DE UN (MUY MUY LARGO) RETRASO ANUNCIADO

En marzo de 2008, Yahoo México y Flickr crearon un grupo llamado “Muestra tu México en Flickr” en el cual se hizo una convocatoria para enviar fotos que representaran al país en su contexto actual. Participamos en forma nutrida muchos flickerittes y los resultados fueron dados a conocer en tiempo y forma. Fuimos seleccionados 68 fotógrafos y 68 fotografías que serían publicadas en un libro que, de acuerdo a la convocatoria, sería enviado a casa en el mes de Julio. De esa fecha hasta el 23 de Diciembre, hubo una serie de reclamos en el foro que fueron respondidos con largas y propuestas de espera.

El 23 de Diciembre fueron enviados los libros… no en mi caso. El año terminó y mi espera se convertía en desesperación al ver que otros flickerittes recibían el libro. Envié un correo electrónico, luego otro y luego otro, sin acuse de recibo. En la segunda semana de Enero se comunicaron conmigo del equipo Flickr México solicitándome nuevamente el envío de datos personales para ese fin de semana recibir mi libro. Les especifico que prefiero lo envíen al domicilio de la oficina.

Pasó el fin de semana y nada pasó, vuelvo a comunicarme por correo y al no recibir respuesta, lo hice vía telefónica, volvimos a generar un nuevo acuerdo con la promesa de recibirlo otra vez el fin de semana una vez que hubiesen recibido de la mensajería el paquete no entregado. Me comunico con la paquetería y me entero que el libro estaba ya en las oficinas de Flickr México. Hablo y confirman que sí, estaba ahí y que lo mandan otra vez el fin de semana. Pasa el fin de semana y oh sorpresa! Tampoco llegó. Vuelvo a hablar y con las excusas de siempre, me prometen enviarlo a la brevedad y me piden paciencia (¡jorobar!!! Más paciencia?)… en fin, ocurre la primera bronca y les insinuo que prefiero enviar a alguien por el libro o mandar una mensajería como sucedería en cualquier país civilizado.

La siguiente semana, la nueva modalidad fue recibir un correo avisando que el miércoles sería enviado el libro y que de jueves a viernes estaría el libro en casa. Llega el viernes y que creen? Sí, el libro no llego. Vuelvo a hablar con la persona indicada y me dice que ella no envió el correo sino su asistente, que la ha reprendido y que por favor tenga mas paciencia y que, definitivamente, tendré el libro en casa, pero que faltan otras personas y que hasta que no estén todos los datos de todos, lo mandan. Mi paciencia se había disipado y les pido una fecha límite límite. Me dan el 13 de febrero… pensando en mandarlos a volar (o a otro lugar más lejano pero bien conocido), cuelgo con un amargo sabor de boca. Esa misma tarde envío un sobre, por mensajería rápida, con una guía prepagada con instrucciones precisas para meter el libro en el sobre, pegar la dirección impresa que les envié y una vez cerrado, fuese enviado de regreso el lunes siguientee. Ilusamente considero que eso resolvía el problema. Envío correo para notificar mi decisión.

Llega el lunes y en la tarde vuelvo a hablar con la persona indicada, ya viejos conocidos y el primer reclamo que me hace es que no cumplí mi promesa de esperar!!! Dios bendito! Que cinismo. Me reta y me dice que tome yo la decisión de cómo quiero que me manden mi libro. Tratando de mantener la calma (la cual ya se había ido a comer junto con la paciencia de la semana anterior), salomónicamente decido que, con base en su (nueva) promesa de que a más tardar el miércoles o jueves está enviado el libro, le propongo que si el jueves no le autorizaron, no tiene dinero o no quiere gastar use la guía que le envié. Decido olvidar todo lo anteriormente escrito y espero a que llegue el jueves.

Llega el día y a una hora prudente, vuelvo a hablar con la persona indicada, no ha hablado al departamento correspondiente para que le notifique si el libro está ya enviado (o cuando menos si ya hablaron a la mensajería), fijamos otra hora para volver a hablar ya con datos concretos, llega la hora y me habla. Me dá el número de guía, aunque no me asegura que salga el mismo día. Ok, con que haya salido de la oficina me conformo y decido no discutir más y cuelgo con la esperanza de que este sábado llegará (a casa!!! Porque no lo enviaron a la oficina) el ansiado libro.

Hoy después de toda esta crónica, ha llegado el libro a casa. Estoy seguro que lo amargo de esta crónica desaparecerá y recuparé la paciencia perdida, que al hojear el libro perdonaré todo el tiempo perdido que tanto buscaba Proust. La reflexión final es: por qué no somos un país normal? por qué tenemos que gastar tanto tiempo en conseguir lo que queremos? por qué cuando reclamamos nos consideran reaccionarios?