Una novela interesante del escritor Japonés contemporáneo más reconocido. Una historia de amor "japonés" con todo lo que eso implica, un trío de almas desesperadas cuyas vidas se entrecruzan como las estelas de un satélite (por eso el nombre de la novela) y que al hacerlo sólo acentúan la soledad inmensa que cada uno de ellos tiene. El narrador/protagonista, K, está enamorado de Sumire, una chica que quiere ser escritora pero que no ha podido escribir; Sumire está enamorada de Myû, una empresaria divorciada que la emplea como secretaria y la lleva a un viaje a Europa. Este viaje se complica en las Islas Griegas y ahí es donde se descubre el misterio principal de la historia. También ahí se genera un multiverso un tanto nebuloso que sigue hasta el final de la novela.
Me parece que la novela tiene dos metáforas, la primera, mencionada líneas arriba es sobre la soledad de los personajes y su irrefrenable búsqueda de la felicidad/compañía/aceptación del ser amado; la segunda es la separación de los sentimientos (todos ellos) de la realidad cotidiana que vuelve frío al japonés. Está última también es la más difícil de entender en un ambiente latino y bullicioso como el que vivimos, pero también es parte de la atracción de la novela.
El final es una excelente interpretación de la muerte y, si se tiene la sospecha de que la desaparición, real, de una de las mujeres co-protagonistas fue por suicidio, hay elementos bastos para la interpretación en dicho sentido.
En fin, un libro recomendabilísimo para iniciarse en los autores del Japón.
lunes, 27 de junio de 2011
Sputnik, mi amor, de Haruki Murakami
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario