sábado, 2 de julio de 2011

Historia de un robo



"¡Nos robaron la camioneta!, mhhh... qué? la abrieron? ¡No! Se la llevaron! - Así empezó mi día el 1 de Julio; bueno, exactamente no, pues el previo "ya son las seis, me voy al gym, ok, no te quedes dormido, mhhh..." y luego el trancazo. Salí a la calle y en efecto, fuimos uno más de los más de 30 robos que "normalmente" ocurren en la ciudad de Guadalajara. Llamamos al 066 y en menos de 15 min ya estaba la patrulla que "cuida" nuestra colonia levantando un reporte y dándonos instrucciones para ir a la PGJ a levantar la denuncia correspondiente.

Levantar la denuncia fue otro calvario, en el que escuchar las espeluznantes historias de los otros asaltados/robados, que solo me hicieron reflexionar sobre el ya tan sabido "que bueno que sólo fue eso y no algo peor". El área de denuncias en la PGJ está al costado izquierdo del edificio, junto a un mural que representa la injusticia y la corrupción (del lado derecho está la justicia que nos proteje y cobija a todos). Bajo este agradable escenario, tuve que esperar desde las 9:00 hasta las 12:00 para poder levantar mi denuncia, porque sólo había (cuando llegamos) un agente del MP atendiendo a los ciudadanos, luego abrieron otro módulo y después un tercero, pero por increíble que parezca la velocidad de atención siguió siendo la misma, o quizá menor pues los funcionarios tomaron su cafecito, intercambiaron los chismes más recientes y hablaron por teléfono, revisaron sus correos y hasta chatearon (esto último sólo lo infiero).

Despues llegaron dos ciudadanos influyentes que fueron atendidos en forma expedita y atenta, "Sr. Licenciado, tome asiento, lamentamos que se encuentre en esta situación, haremos todo cuanto podamos para que se encuentre su auto"; mientras los ciudadanos de a pie, esperamos y esperamos. Tengo que reconocer que tuve que contenerme el ir a reclamar, pues lo que quería yo era salir de ahí. Luego vimos como llegaron agentes llevando un par de delincuentes menores, esposados y con todo el peso de la ley (literalmente) los llevaron a presentar a los separos. Ojalá así sean con TODOS los delincuentes.

Al filo de las 11:30, fue mi turno, tomaron los datos, revisaron facturas, obtuvieron el folio, tiene seguro, ahora tiene que ir a la oficina de la calle 14 para que le den copia certificada de su denuncia y dé de baja sus placas. Ingenuamente pregunté qué posibilidades tengo de encontrar mi carro. Creo que el MP hizo todo lo que pudo para no reir, pero las esperanzas son pocas, si no lo utilizan para un atraco, secuestro, robo, etc probablemente lo desmantelen y nunca mas lo vea. Gracias, es todo, si, que tenga buen día.

La otra parte del drama, es explicar a los hijos lo que ha pasado, Ana lo entiende mejor y fuera de su drama personal de no poder ir a una reunión escolar (a la que la tuve que llevar en taxi) todo bien. Samuel, nos dijo que quizá los ladrones no tenían coche y por eso se lo llevaron.

Al final de cuentas, después de rumiar tantos sentimientos: asombro, enojo, incredulidad, pasmo, impotencia, solidaridad con los otros, se van desvaneciendo menos uno, el de que no habrá jsuticia y que la impunidad seguira imperando. Porque hoy habrá otras 30 denuncias, y la mía se quedará archivada; porque mañana las de hoy se olvidarán con las nuevas 30 denuncias (si no es que más) y así, hasta que haya un verdadero cambio. Hasta que el mural del costado derecho de la PGJ nos haga sentir que estamos en el sitio correcto. Hasta entonces iré a tomar una fotografía y la subiré a este blog. Si no es que me muero de viejo.

Para terminar, y sin el menor ánimo de ofender, señores ladrones, que Dios los perdone, pero que el karma se los chingue!!!

2 comentarios:

GwynF dijo...

Uf, pero que gacho...
Ojalá la karma si les de unos chingadazos

ego2005 dijo...

jajaja! ojalá GwynF, porque no creo que la justicia se los dé! :(

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