"Un libro que duele, que arde, pero que tiene que leerse... porque es la manera más amable de entenderlo, porque de otra forma quizá no podamos contarlo". Lo anterior es la conclusión de la entrevista hecha en televisión abierta por Brozo a Lolita Bosch en Julio del 2013.
Campos de amapola no es, desde mi punto de vista, una novela; me parece mas un ensayo, un relato periodístico y un análisis que la autora hace de la historia del narcotráfico en la historia reciente de México. Es la hilación coherente y pragmática de una historia abominable que en alguna forma, todos hemos vivido en uno o varios de sus múltiples ángulos. Este libro nos permite entender que eventos aparentemente desconectados, son en realidad partes de un complejo y oscuro rompecabezas, que al completarlo nos presenta una imagen más espeluznante que la realidad.
Un libro que se puede leer en un día pero que dolerá por meses. Un libro que duele, porque inevitablemente el lector se identificará con cuando menos una historia del libro; un libro que duele por aquellos que simplemente desaparecieron ; un libro que duele mas por aquellos que los siguen buscando...
La perspectiva valiente y terriblemente clara de Lolita Bosch hace indispensable la lectura si queremos entender la realidad, que lamentablemente, nos ha tocado vivir. De la que no podemos escapar, independientemente del lugar donde estemos viviendo y que todos deseamos, pronto acabe.
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